domingo, 1 de junio de 2014

Ícaro eres tú

              

Aquel hombre se había vuelto loco, pensaron todos. Subido a lo más alto de la torre saltó al vacío con una sonrisa en la cara.
Un segundo después extendió sus brazos remontando el vuelo con gran elegancia.
Fue el primero. Después de él vinieron muchos. Casi todos murieron: algunos por calcular mal el salto, pero la mayoría por surgirles la duda una vez emprendido el vuelo.
Hace unos minutos que he saltado. Es maravilloso ver el mundo desde aquí arriba. Ojalá lo hubiese hecho antes.
Nunca volveré a pisar el suelo, si quieres verme sólo tienes que mirar hacia arriba.
Mejor aún: salta y únete a mí. ¿A qué esperas?

José Manuel Ruiz

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